Concentración en Jaraiz de la Vera

Una vez más los mochuelos ponen rumbo a una nueva concentración, esta vez ubicada en plena comarca de la Vera. No fuimos muchos pero estuvimos presente, solo cinco pero fueron suficientes.
En esta ocasión tuvimos que llevar una acompañante nueva, Mª Jesús y como no tiene moto pues tuvimos que modificar una de las que iban para poder llevarla. A kapy le tocó, después de muchos tira y afloja ponerle el sillón, el respaldo y el transportín para poder hacer realidad la aventura de Mª Jesús, que por cierto tenía una sonrisa de oreja a oreja.
A las ocho de la mañana, también va siendo costumbre, sacaron de la cama a Manuel, Mamen y Mª Jesús, luego tocó cargar las motos y más que motos parecían camellos.
Después de un merecido café pusimos rumbo a la Vera. Tomamos buena marcha y avanzamos con rapidez, en Cáceres tras un pequeño despiste tomamos una carretera que no era la más indicada, pero tuvimos suerte y dimos con unas excavaciones arqueológicas en un campamento romano, tomamos nota del lugar para realizar una visita más didáctica y enfilamos hacia Plasencia.
Llegamos sobre la una de la tarde al lugar de la campada establecido por la organización de la concentración y vimos el escenario muy pegado a la zona de acampada por lo que optamos en marcharnos al camping de Cuacos. Cogimos una de las últimas plazas del lugar, pero agradecimos que hubiera sido así. Comenzamos a montar y los vecinos de parcela nos atiborraron de cervezas y comida, nos cedieron herramientas y nos amenizaron la estancia con su gentileza y simpatía, tanto es así que para el año que viene repetiremos la experiencia, el lugar y si podemos la misma parcela. Tras permanecer un rato con nuestros nuevos amigos decidimos darnos un baño en el Lago. Una gran cantidad de moteros nos dimos cita en el lugar y coincidimos con viejos amigos, uno de ello era Jaime y echamos en falta otros asiduos de esta concentración. Llegó Juan y José, un poco tarde pero llegaron acoplándose perfectamente al entorno, es decir se marcharon inmediatamente al agua.
La tarde pasó deprisa. casi sin darnos cuenta se nos echó la noche, nos arreglamos en el camping y partimos para Jaraiz de la Vera a mezclarnos entre tanto motero. Allí nos juntamos con Luisa, Sol Mari, Beni y los correspondientes retoños Celia, Beni y Santi. Mas tarde aparecieron Fernando y María, aunque estos dos últimos no son moteros se agregaron a la fiesta y disfrutaron de la excelente ambiente reinante. El Fonta se nos escapó y no pudimos coincidir con él pues acompañaba a un sobrino estos días pero brindamos con una cervecita bien fría por él.
Tras cenar convenientemente y tomar las primeras cervezas de la noche se marcharon a la concentración para ver las actuaciones y bailar hasta caer rendidos, y fue literal.
sobre las cinco y media de la madrugada se escuchó la última frase y los primeros ronquidos y bufidos del grupo. Todo quedó en silencio en cuestión de minutos.
Kapy fue el primero en saltar del saco y a las siete y media de la mañana volvía a estar encima de su máquina buscando una cafetería para tomar el primer café. Terminado el café rodó por los pueblos próximos disfrutando del excelente día, del frescor de la mañana y de la gran cantidad de curvas de estas carreteras. A las nueve fue a buscar al resto, pero solo Juan y Manuel estaban levantados, las chicas más perezosas y dormilonas tardarían un rato más en estar activadas.
Vuelta a la cafetería a darse un homenaje con el desayuno a base de pan, aceite, tomate, jamón y como uno una cervecita bien fría, sin alcohol que había que conducir de regreso más tarde.
Duchados todos y dispuestos para la marcha fueron a recoger una tarta que encargaron el día anterior para los vecinos de parcela. Sentidas despedidas y el deseo de volver a repetir la jornada.
Partimos de regreso, visitamos Plasencia pero el caluroso día nos aconsejó refrescarnos en un bar buscando un poco del aire fresco de la máquina acondicionadora. Comimos y al terminar, haciendo honor al tesón de los mochuelos partimos hacia Monfragüe para contemplar este singular espacio de historia y naturaleza. Visitamos el centro de interpretación y la sala de audiovisuales. recorrimos despacio el parque y no pudimos reprimir detenernos para ver el vuelo de los buitres leonados que salieron a saludarnos. Vuelo bajo para poder contemplarlos en detalle y recrearnos en el dominio de su vuelo y aterrizaje en las rocas del Salto del Gitano. Nos acercamos a ver las pinturas rupestres pero no fue posible por estar cerrada la verja que protege esta belleza que nos dejaron nuestros antepasados del calcolítico.
Nuestro nuevo destino es Trujillo. Por decisión unánime deciden no parar en esta población pues se hace tarde y aun quedan un montón de kilómetros por recorrer, quedamos en visitarla otro día con más calma para un mayor disfrute. A partir de esta punto se acelera la marcha y la próxima parada se realiza en San Pedro de Mérida para cargar combustible y rehidratarnos pues el calor es insoportable.
Sobre las once de la noche llegamos a Aceuchal, recomponemos el equipaje en las dos motos que quedan y continuamos hacia nuestras poblaciones. Juan se desvía en Los Santos de Maimona para poner rumbo a Zafra y ya en solitario continua Kapy hasta llegar a su lugar de destino. Un fin de semana excepcional, una maravillosa gente conocida un montón de peñas amigas y el deseo que salir el próximo fin de semana con un nuevo destino. Para ve las fotos de Mamen pincha aquí, para las del Polvorilla aquí y las de Kapy aquí