Ayer domingo celebramos la primera garbanzada como ya venía siendo anunciado por diferentes medios. Al principio nos temíamos un fulminante fracaso por el mal tiempo que anunciaba a bombo y platillo el “hombre del tiempo” en los diferentes telediarios consultados. Esta predicción de mal tiempo no se hizo presente y abrió el día con un bonito sol acompañado de algodonosas nubes blancas como la leche.
A primerísima hora de la mañana ya nos pusimos en ruta hacia Campillo de Llerena con la intención de organizar la ruta que teníamos previsto realizar. Puestos en contactos con los agentes de la Guardia Civil que nos acompañarían en la ruta distribuimos a nuestro eficiente personal por los cruces de la carretera en espera de que llegaran los participantes y evitar así desagradables percances o pérdidas innecesarias del personal.
Poco a poco el recinto de la piscina municipal se fue llenando de motos, de moteras, moteros y acompañantes que con paciencia se fueron inscribiendo para pasar a desayunar con un buen platito de migas extremeñas recién hechas.
Se comenzó a formar los habituales grupos para saludar a los viejos amigos y conocer a los nuevos. Se visitaban las diferentes motos para contemplarlas o aprovechar las ideas que otros han tenido para adornar la propia si llegara el caso.
Pronto la organización se vio desbordada por la presencia de moteros. Se agotaron los formularios de inscripciones, pero no las migas que no dejaban de salir de la cocina.
Sin llegar a completar el recuento se estimó la nada despreciable presencia de unas 170 motos y unas 280 personas inscritas. Dado que al mismo tiempo se estaban celebrando otros importantes eventos moteros como la concentración de Arroyo de San Serván, la feria de muestra de Santa Marta, otra garbanzada en la Torre de Miguel Sesmero y creemos que otra en Don Benito, además de la jornada de puertas abiertas del nuevo concesionario de
Harley Davidson situado en Trujillanos, podemos considerar esta humilde garbanzada como de éxito rotundo.
Después de saludar a nuestros colegas y desayunar en condiciones paseamos por las calles de la localidad y pusimos rumbo hacia Retamal de Llerena donde nos esperaban para tomar un aperitivo en el bar "El Paso". El espectáculo ofrecido en la propia ruta por la larga fila de motos circulando por la carretera fue extraordinario y todo el que se cruzaba con ella no podía menos que frenar su vehículo para contemplarla. La entrada de Retamal y el paseo por sus calles hizo que los vecinos de esta tranquila localidad vieran alterada su forma de vida durante unas horas. Gran cantidad de sus vecinos abandonaron sus tranquilas viviendas y se acercaron a la zona acotada junto al bar para ver las motos y disfrutar del ambiente reinante. Los más jóvenes aprovechaban para fotografiarse junto a la que posiblemente sea su sueño.
Más tarde y guardando el orden que veníamos trayendo en la ruta nos dirigimos nuevamente hacia Campillo de Llerena para continuar con la garbanzada.
Nuevamente paseo de exhibición por la localidad con mucha más afluencia de vecinos en las calles para disfrutar del espectáculo. Aquellos que en la primera vuelta les cogimos entre las sábanas ahora nos acompañaban con su presencia.
Nada más llegar se sirvió un gazpacho fresquito y sus correspondientes garbanzos, plato estrella de la jornada. La cola formada era enorme y costaba ver la ventana de la cocina, pero para todos hubo y todos quedamos satisfecho. Aunque en un principio pensamos que para tanta gente no habría bastante al final de la jornada sobró garbanzos, pero lo que más nos llamó la atención es que también sobró cerveza, hubo quien no apuró los tiques entregados a la hora de la inscripción. Aunque parezca increíble así ocurrió.
Tras la pitanza nos fuimos acoplando por diferentes bares de la localidad para tomar un café y preparar la ruta de vuelta hacia nuestras respectivas localidades.
Seguramente se nos escapó la presencia de alguna peña o moto-club presente pero pudimos ver y charlar con: Los Pelagatos (Villafranca de los Barros), Los Confederados (Santa Marta), Los Ángeles Guardianes (Badajoz), El Ajo Veloz (Aceuchal), Los Templarios (Almendralejo), Los Calimeros (Badajoz), con Arte y Gas (Alange) y Sektor Belloto (Badajoz) entre otros, y por supuesto Los Mochuelos (Llerena).
Cabe destacar en esta ocasión que los conductores de Quads que participaron en la ruta y en la garbanzada guardaron un escrupuloso respeto y comportamiento. Fueron en todo momento al final de la larga fila de motos sin provocar tensión entre los moteros participantes.
El punto más negativo de la jornada lo protagonizó la ausencia de combustible en la localidad, a pesar de existir una gasolinera de CAMPSA pero que tras reiterados intentos telefónicos a lo largo de toda la jornada no pudimos hacer que el dueño se prestara a abrir sus grifos, por lo que una gran cantidad de moteros tuvieron que desplazarse a otras localidades cercanas para repostar y a adelantar la hora de salida de la población. Es increíble que a estas alturas todos hablemos de crisis, de que no hay dinero, de que estamos apretados, pero en este caso y haciendo un rápido cálculo diremos que aproximadamente 100 motos que necesitaban gasolina, a unos 10 € de media por depósito, a ganar en tan solo media horita de servicio, pues eso… de vergüenza.
Fotos de nuestros enviados especiales
Maite,
Mamen,
Fran y
Kapy. Tenéis donde entreteneros.