domingo, 8 de marzo de 2009

Viaje al centro de Extremadura

Montanchez está considerado como el centro geográfico y balcón de Extremadura. Tiene por tanto una situación privilegiada y sus sierras guardan rincones de una belleza ancestral a pesar de que nuestros bosques fueron diezmados por una política forestal equivocada.
Hoy y sin previa planificación pusimos rumbo al centro mismo de nuestra región. Con un día soleado y cálido el viaje ha sido de los más gratificante que hemos tenido desde hace un tiempo considerable.
Recorremos las empedradas calles de Montanchez y observamos las viviendas construidas con enormes losas de granito. Llegados a este enclave lo primero que hicimos fue refrescarnos en uno de los bares de la plaza del pueblo donde pudimos contemplar un delicado corte de jamón de unos veinte minutos por plato mientras el austero dueño comprobaba al finalizar el trabajo que no había dejado escalones en el mismo o bien que la ración sacada se correspondía con lo que quedaba en la querida pata, es decir que el cortador no se habría zampado unos cortes de tan exquisito manjar.
Terminado el aperitivo nos surgió una terrible duda esistencial: ¿comemos antes y luego visitamos el pueblo o alteramos el orden?, ojo que en esta ecuación el orden de los factores si que altera el producto final. Evidentemente ganó la primera opción sin duda alguna.
Aquí pudimo degustar algunos platos característicos de la zona, patatas con pimentón un poco picante, tomate natural con asadillo de pimientos, cordero, guarrito frito y el proverbial secreto. Como colofón tarta de queso y el consabido café al gusto.
Con el peso extra adquirido enfialmos la empinada cuesta (12% de desnivel) que nos lleva al castillo de origen almohade. Desde aquí pudimos ver las altas sierras de Gredos con su cumbres nevadas que nos hizo recordar nuestro reciente viaje a estas tierras.
Por un lado pudimos contemplar la planicie trujillana, por el otro divisamos las últimas encinas del parque natural de Cornalvo o las sierras de Hornachos en la lejanía entre otros.
Nos deleitamos en la observación de las murallas defensivas del castillo y nos ensimismamos viendo toda la población a nuestros pies, aunque no todos pudieron contemplar comodamente el pueblo desde la altura de esta fortaleza.
Con mucho cuidado enfilamos la bajada del castillo y pusimos rumbo a Arroyomolinos. Allí pudimos contemplar una de las joyas más importantes de la Diócesis de Coria-Cáceres, la iglesia de la Consolación. La Portada incluye elementos góticos y renacentistas pero es su torre la que nos llama poderosamente la atención. Cuadarada y sustentada por cuatro pilares rematados en bóveda haciendo así que el espacio público de esta apretada plaza sea más amplio, permitiendo al mismo tiempo el transito bajo ella de personas y vehículos. En este punto el grupo se divide en su viaje, unos obogan por dirigirse directamente a sus puntos de partida el otro el que desea la visita a otros puntos de interés ya que estamos en la zona y no la visitamos con frecuencia.
De aquí me dirijo directamente a visitar la ermita visigoda de Santa Lucía del Trampal declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Extremadura que coge al paso y me desvía unos cuatro kilómetros aproximadamente. La estrecha carretera que nos lleva a esta ermita discurre por un hermoso alcornocal donde podremos ver uno de ellos con una portentosa estampa. Está claro que no llega a ser la Terrona la cual mide 7,8 m. de perímetro y una edad estimada de unos 800 años, la más vieja del mundo y que se localiza cerca de Montanchaez . Esta ermita tiene una curiosidad que no pasa desapercibida al visitante, su triple abside construido con enormes sillares romanos. En su interior podemos recorrer los tres absides de su cabecera mientras los tonos cálidos de luz del atardecer se cuela por los ventanales laterales del crucero. Las pequeñas aves que pueblan este entorno se esfuerzan por que sus trinos y cantos sean los que destaquen entre el resto de competidores en esta época de celo y cortejos nupciales.
En el centro de interpretación podemos ver algo más de la historia del lugar, contemplar un ara con su correspondiente inscripción y la figura de una cabrita sobre ella.
Tras esta interesante visita y un rato de agradable charla con el guarda del centro pongo rumbo al sur, a casa, pero antes de finalizar esta ruta de hoy hago una última parada pues no puedo dejar de contemplar el hermoso atardecer sobre las sierras y castillo de Feria que la naturaleza regala a todo aquel que está dispuesto a contemplar. Ver fotos aquí

1 comentario: