Ayer se celebró la segunda concentración motera en Campillo de Llerena. Todo un éxito, a pesar de que hubo algunas deficiencias en la organización que deben ser corregidas para próximas ediciones. Desde este humilde rincón pedimos disculpas por las molestias ocasionadas al resto de moteros participantes en esta concentración y damos las gracias por la paciencia y la comprensión demostrada.
Puntual como un reloj se dió comienzo al reparto del desayuno, unos churritos acompañados al gusto de cada motero, hecho que sirvió para hacer tiempo y que llegaran los más rezagados o distantes pudiendo así tener un tiempo para saludar a viejos y nuevos amigos, o visitar los puestos de camisetas y material para el motero. Antes de partir a la ruta establecida llegaron nuestros amigos de la peña "Los Confederados" con Broncano a la cabeza, momento en el que se hizo un inciso. Broncano debía partir para Barcelona y no podía entretenerse mucho. A este se le hizo entrega de una estatuilla en reconocimiento a su labor diaria bajo el texto que reproducimos íntegramente. La megafonía tuvo sus pequeños contratiempos y no se entendió muy bien:
" Por su constante empeño en mantener un buen entendimiento entre los moteros de nuestra región, pero sobre todo, por su inagotable esfuerzo para hermanar a todas las peñas y motoclubes de Badajoz. Desde esta peña que rueda siempre en paralelo con todo aquello que sirva para unir y promulgar las buenas relaciones entre los amantes de las dos ruedas, hacemos entrega de esta estatuilla a nuestro amigo y compañero Broncano, Secretario General de la Peña Motera Los Confederados."
El premio lo entregó su homónimo, nuestro Secretario General David R. Bermúdez (Rabermar) en nombre de todos los mochuelos.
La fiesta continuó rodando por diferentes calles de Campillo de Llerena para el disfrute de los vecinos de esta localidad. Continuamos la ruta hacia Retramal de Llerena donde se repartió un tentempié entre los asistentes.
Dado que teníamos un justiciero sol y atacaba sin dar cuartel a los indefensos moteros, cada uno partió de regreso hacia Campillo según se iban calentando sus trajes y chupas de cuero, huyendo como bellacos en busca de una defensiva cervecita fría y parapetarse tras una acojedora sombra.
Llegó la hora de la comida y aquí es donde liamos la de San Quintín, fallo que asumimos y corregiremos como buenos profesionales del desorden que somos. Sin ningún guardia que dirigiera y "haberlos habíalos", cada uno se dirigió a por las viandas según le dictaba su olfato, es decir muchas colas de entrada y ninguna de salida, así que ya podéis imaginaros la que se organizó. A pesar de que se actuó con celeridad, todo hay que decirlo, fue poco eficaz salvo por la buena voluntad de los asistentes que pusieron de su parte para organizarse en la fila. Al final todos calmamos nuestro apetito y no llegó la sangre al río. Mientras dabamos cuenta de la comida se fueron repartiendo los trofeos. Luego se dió paso al sorteo de premios y mire usted por donde, casualidad o fatalidad salieron las dos inscripciones que nunca debieron de salir, una la de nuestro presi y la otra la de nuestro secretario pero deportivamente y con el pañuelo en la mano declinaron los regalos. Se volvieron a sortear entre los inscritos. Los regalos volaron por todo el local. También se hizo entrega de una estatuilla a nuestro compañero José Antonio Gordillo por dejar "desinteresadamente" en los huesos todo jamón que le ponemos delante.
En total fueron docientos veinte inscritos en la concentración y los más lejanos llegaron desde Almuñecar, provincia de Granada.
Una vez más, gracias a todos por hacer que esto saliera bien, y el año que viene... más y mejor.
Para ver las fotos de Juan Carlos "Los Agustitos" -Mérida-
pincha AQUI
Entradas
