martes, 2 de junio de 2009

Castillo y Concnetración

El sábado decidimos volver a ir a visitar el impresionante castillo de Azágala, joya del S.XIII en Alburquerque, que se encuentra en un penoso estado de abandono y ruina por parte de sus dueños y lo que es peor, por parte de la Junta de Extremadura que es la que debe velar por nuestro patrimonio histórico.
Con todo dispuesto comenzamos el viaje en vehículo hacia nuestro destino con un día ciertamente caluroso. En Santa Marta, lugar de encuentro, aprovechamos para tomar un café con nuestros compañeros Confederados que salen de ruta. A las 9:50 aparecen Mamen y Manuel con todo dispuestos para comenzar esta a ventura.
Antes de darnos cuenta ya nos encontramos a las puertas del castillo tras su largo y descuidado camino de tierra. La majestuosidad del mismo hace que nos paremos a contemplarlo antes de penetrar entre sus murallas.
Miramos la expresión de Manuel y es de absoluto asombro. Empieza a hacer mucho calor y un buitre leonado viene a saludarnos casi rozando nuestras cabezas.
Poco a poco, con la tranquilidad de saber que tienes todo el día para disfrutar vamos descubriendo cada dependencia y cada rincón. Se nos echa encima la mediodía, Mamen y Manuel van a buscar a Juan que no ha podido venir antes a causa del trabajo. Kapy se queda en el recinto fotografiando rincones rodeado del silencio de la naturaleza que le envuelve.
Después de un largo rato de espera tratamos de descifrar la ingente cantidad de pintadas que aparecen en sus paredes. Estos escritos fueron realizados a lápiz por soldados de la guerra civil española pertenecientes al bando nacional fechados entre 1937 y 1938. Algunos escritos son un documento gráfico del momento bélico que se vive en esos años que más tarde pudimos contrastar con los datos históricos. Otros son sentimientos incluso de miedo ante una situación incierta. También se citan nombres y grados militares o se nombran las dependencias para reconocimientote ellas, en una de ellas aparece escrito el cartel de “Estanco”. Como elemento ciertamente curioso nos llama la atención una mesa de billar construida con tres pesadas piedras de pizarra fabricada en 1844 y no podemos dejar de imaginar como y por donde subieron esta pesada mesa de billar hasta el lugar de ubicación ya que la irregularidad del terreno y la estrechez de los acceso hasta el comedor es ciertamente llamativa.
Cae la tarde, un espectáculo natural se abre frente a nosotros y que contemplamos desde lo mas alto de una de sus torres. Cuatro frentes de tormentas eléctricas alrededor del castillo. Impresionantes rayos recorren el cielo cargando la atmósfera con un aire limpio y fresco que todos recibimos poniéndonos de cara a él. Solo han caído unas gotas de lluvia que no llega ni a mojarnos la piel.
Nos cuesta dejar este paraje, pero debemos hacerlo. Se ha hecho la noche y aun tenemos un largo camino de regreso, bajamos el camino a la luz de la luna dando al lugar un nuevo y sobrecogedor aspecto. Todos tienen que tirar de Kapy que desea quedarse a pasar la noche entre sus murallas.
Ver fotos de Kapy.
El domingo nace con otras expectativas para procurarnos la diversión que tanto deseamos. Hoy nos dirigimos a la concentración de Fregenal de la Sierra donde nos damos cita un montón de amigos que por distancia o actividades no solemos coincidir con ellos. Un buen número de motos participan en la concentración. Pronto y después de recorrer la población iniciamos la ruta moto-turística y barítima. Primera parada, Bodonal de la Sierra aunque casi todo el mundo ha llegado hasta Segura de León donde alguien se ha percatado de que nos hemos pasado unos pocos kilómetros. Giro en redondo a la moto y ponemos rumbo de nuevo a nuestro destino.
El calor arrecia y todos buscamos una cerveza bien fría y un lugar donde cobijarnos del castigador sol. Usamos la marquesina de la parada del autobús donde rápidamente se crea un ambiente festivo y grato.
Más tarde volvemos a poner rumbo a Segura de León, el calor ya es insoportable y en la sombra de los árboles de la plaza no cabe un alma más, pero no estamos dispuestos a que este castigador sol nos arruine un día en el que nos hemos dado cita viejos amigos llegados de muy diferentes sitios. A la salida paramos para ayudar a un colega que ha partido el cable del embrague, se necesitan once tipos duros para arreglarlo según pudimos contar.
Decidimos comer fuera del comedor de la concentración e ir más tranquilo, compartiendo mesa y mantel con entrañables compañeros que no se inscribieron por llegar a deshora. Nos quedamos los últimos, somos otra vez los “cierra bares” y en la plaza del pueblo solo podemos ver la impresionante Harley de Olga, pero solo la moto, la dueña se encuentra desaparecida…
Nos dirigimos a Zafra a tomar un refresco y dar por concluida una velada ciertamente esplendida y gratificante. De aquí cada uno se separa para llegar a sus destinos. Ya tenemos combustible suficiente para sobrellevar la semana que tenemos por empezar.
Ver fotos de Maite y Kapy

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