Pues sí... este fin de semana ha estado completito de viajes. Para empezar una buena parte de los mochuelos volaron sin vacilación a la concentración de Chipiona, pero de momento nada podemos contar pues aun están en estado de desaparecidos, esperamos que pronto nos pasen las noticias vividas en esa concentración que deben ser excepcionales pues están en "apagados o fuera de cobertura".
Por otro lado otros mochuelos partieron hacia el norte, a la IV concentración de Cuervos Rojos en la pequeña población de Toral de los Vados en León. Estos no pudieron llegar a su destino final. La incesante lluvia que a veces se convertía en trombas de agua hizo que se mojaran tanto ellos como el equipaje que portaban, especialmente los sacos de dormir por lo que tuvieron que recurrir a dormir en una pensión en Salamanca. La llegada a Salamanca se produjo sobre las nueve y media de la noche, seis horas y media desde la salida. Empapados y ateridos de frío intuyeron que su viaje hacia Toral de los Vados había concluido, de todos modos dejaron una puerta abierta para el día siguiente.
Aprovechando la situación visitaron esta histórica ciudad, la visión nocturna que ofrecía Salamanca era digna de recorrerla a cortos pasos. Aprovecharon para sumergirse en la vida nocturna y el ambiente estudiantil que resultó ser francamente delicioso pues duró hasta altas horas de la madrugada. Agotados y sin practicamente sin fuerzas alcanzaron la pensión, aunque la fiesta continuó en las habitaciones pero sin ellos participar en la jarana, en esta ocasión los pequeños "inquilinos perpetuos" de la pensión no cesaron de corretear por toda ella, suerte que ninguno decidió subirse a las camas.
A la mañana siguiente de cabeza al noticiario para saber como andaban las cosas por el norte, una única predicción meteorológica: agua, agua, agua y carreteras cortadas. ¡Su gozo en un pozo!.
Qué hacer pues, ¿volverse?, ¿hacer una corta ruta por la comarca? ¿echarse a llorar?, no, visitar a la luz del día la ciudad, el casco histórico. Embelesados recorrieron la zona de las universidades, el centro, la catedral, llegando quizás al punto más emblemático de la zona, frente a la estatua de Fray Luis de León donde citaron una de sus más célebres frases, cuando tras cuatro años en las carceles de la inquisición Fray Luis dijo en su primera clase a sus alumnos allí reunidos aquello de: "Dicebamus hesterma die..."
Recorrido Salamanca partieron dirección a la mística ciudad de Ávila, otra monumental ciudad protegida hasta hoy por sus excelsas murallas. Cuna de Teresa de Cepeda y Ahumada más conocida como Santa Teresa de Jesús o de Ávila. No tardaron mucho en recorrer su centro histórico dado que no es mu grande aunque si muy interesante. Pronto se les vino encima la hora de comer y visitaron otro enclave digno de parar un rato en él, "El Molino de las Losas" con su entorno bien cuidado.Tras una cerveza sin alcohol partieron dirección Plasencia parando a comer en el restaurante "La Colilla" pequeño resturante pero con una buena cocina. Allí dieron buena cuenta de un exquisito chuletón de Ávila, al punto, como tiene que ser.
Tras la suculenta pitanza nuevamente a cabalgar en nuestros potros de hierro. La lluvia nuevamente nos da alcance y precipitadamente tenemos que parar en el arcén. Unos kilómetros más adelante nos vemos en la obligación de buscar refugio y cobijarnos del imponente aguacero. Esperamos pacientemente mientras conversamos con algunos vecinos que se acercan a ver las motos y preguntar el motivo de esta locura. Personalmente creo que todavía no dan crédito.
Llegamos al puerto de Tornavacas, frontera entre Castilla la Mancha y Extremadura. Paramos un momento pero vemos como negros nubarrones nos vuelven a amenazar y partimos raudos hacia Jerte donde paramos a refrescarnos a la vez que engañar a esas amenazantes nubes. Un tímido y desvaído arco iris hace presencia al final de la calle.
Pasamos Plasencia a buen ritmo, sin perdida de tiempo. Nos detenemos en el embalse de Alcántara para disfrutar un rato del puente romano de Alconetar, uno de los más antiguos puente del mundo con arcos segmentales, de paso obligado para sortear el río Tajo y unir las Extremadura del norte con la del sur, era la Vía de la Plata. Los árabes destruiyeron 6 de sus 12 ojos para evitar que el rey Alfonso IX conquistara Cáceres. Hoy está declarado como monumento.
Unos kilómetros más adelante volvemos a detener nuestras máquinas para contemplar lo que queda del castillo de Alconetar, la Torre de Floripes pero las voraces aguas han aogado sus piedras. Pasamos junto al puente del ferrocarril diseñado por Eiffel pero ya es tarde y la luz excasea, continuamos la marcha con cierto dolor, por dejar tras de nosotros tantas cosas interesantes que contemplar. Ya no pararemos hasta llegar a nuestro destino final. Una breve despedida, una ducha caliente y una reconfortante cama donde descansar. Fin de la aventura.
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A la mañana siguiente decidimos acercarnos a la IV Concentración de los Caballeros Templarios en Almendralejo. Allí pudimos saludar a viejos amigos que hacia tiempo no coincidíamos, cambiar impresiones y tomarnos una cervezas juntos. Pasada la comida los Caballeros Templarios nos concedieron una mención haciendonos entrega de una teja de barro con su emblema estampado en ella la cual embellecerá un poco más nuestra sede. Cele como miembro de la actual Junta Directiva fue el encargado de recoger dicha mención agradeciendo públicamente con unas sencillas palabras este detalle. Desde este humilde rincón os enviamos un fuerte abrazo.
Poco despues se dió por concluida la concentración y cada uno partió hacia sus lugares de residencia. Los mochuelos nos reunimos para tomar un último café y continuar el viaje.
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